Cuántos de vosotros, cuando os llevabais un cacahuete, un pistacho o una almendra a la boca, no habéis pensado: “qué bueno está, pero cómo engorda!”

Y en parte tenéis razón, porque los frutos secos tienen un alto contenido calórico: unas 600 kcal en unos 100 g, aproximadamente, debido a su bajo contenido en agua.

Dejando este “pequeño” detalle a parte, los frutos secos tienen una gran cantidad de ventajas para nuestra salud. Prestad atención que esto os interesa. Los frutos secos son una importante fuente de vitaminas del grupo B, lo que reduce el cansancio y el estrés, además de contener antioxidantes que nos ayudan a combatir los radicales libres.

Almendras, nueces, avellanas, anacardos, nueces y un largo etcétera, componen una amplia fuente de proteína natural con un alto contenido en minerales como el magnesio, potasio, calcio, hierro, y oligoelementos como el zinc y el selenio.

Además, el tipo de grasas que contienen los frutos secos son de las buenas, es decir, grasas insaturadas, ácidos grasos Oleico y Omega 3, perfectos para controlar y reducir el colesterol y cuidar la salud de nuestro corazoncito.

Lo natural es lo que cuenta…

Pero para no pensar en los frutos secos como un alimento que engorda un montón y beneficiarnos de todas sus fantásticas propiedades, debemos evitar todos aquellos frutos secos que estén tostados, fritos, salados o saturados de aceite. Este tipo de productos, al estar tratados, tiene un pobre contenido en nutrientes (aunque estén muy buenos!), y por tanto son poco beneficiosos para nuestra salud por su alto contenido en grasas malas y sal.

Por tanto, ya sabéis, para disfrutar realmente de los frutos secos, nada mejor que comerlos naturales.

Y para que a partir de ahora, os podáis comer un avellana, una nuez o lo que queráis sin manías, os dejamos una lista de frutos secos muy beneficiosos para la salud.

Almendras. Es uno de los más ricos en fibra. Comer 3 ó 4 almendras al día favorecen el tránsito intestinal y provee de cantidades abundantes de calcio.

Nueces. Son una buena fuente de Omega 3 ayudando a reducir el colesterol.

Avellanas. Contienen grasas insaturadas, tiene vitamina E, B1, B2 y B9, y vitamina A y C. También tienen un algo contenido en minerales, como potasio, calcio, magnesio, fósforo y manganeso.

Pistachos. Reducen el colesterol malo y aumentan el colesterol bueno. Tienen un alto contenido en antioxidantes como las vitaminas A y E.

Y como lo mejor siempre se sirve al final, daros un consejo a la hora de consumir este tipo de productos. Los frutos secos deben comerse lo más frescos posible para evitar que se arrancien. Así que ya sabéis, a revisar los cajones de la cocina!